Este trabajo aborda la corporalidad en la docencia universitaria de la antropología social en la UNLP, disciplina en la que me desempeño como docente en esta casa de estudios. En esta dirección, luego de recuperar antecedentes generales sobre los vínculos entre cuerpo y educación, nos enfocamos en la dimensión corporal del proceso de enseñanza-aprendizaje de este ámbito disciplinar. Para ello, realizamos registros de campo observacionales de clases así como entrevistas a docentes de diferentes unidades académicas de la UNLP donde se enseña antropología social. Se incluye, asimismo, un ejercicio autoreflexivo en torno a los temas que indagamos entre los colegas. En esta dirección, se empleó una guía de registro para efectuar una descripción sistematizada de una serie de variables centradas en el cuerpo (imagen y postura corporal, tipos de movimientos, modalidades perceptivas interpeladas pedagógicamente y proxémica-kinésica corporal entre los cuerpos en el aula), así como indagamos a través de entrevistas en experiencias de docentes (sus trayectorias de vida docente, sus preferencias en el aula y el contexto, la percepción que tienen de diferentes aspectos de su corporalidad en el aula, las relaciones de distancia o acercamiento que mantienen con sus alumnos, la materialidad áulica y sus efectos en la dinámica de la clase, etc.), a fin de conocer los regímenes corporales principales a través de la cuales se agencian los procesos de enseñanza-aprendizaje universitarios de esta disciplina en estos espacios. Conjeturamos que en esta disciplina humanística la modalidad preponderante de enseñanza-aprendizaje se agencia corporalmente a través de los sentidos de la vista y el oído (presentación oral y lectura de texto escritos, donde vale enfatizar que a menudo escasean las imágenes), en el marco general de un cuerpo quieto, sentado y callado, especialmente por parte de les alumnes. En este sentido, el dualismo cuerpo-mente cartesiano se ve reproducido en este esquema hegemónico de enseñanza, en tanto el cuerpo en ocasiones es reducido a su mínima expresión, apuntando al intelecto.