La invitación de esta presentación es pensar los inicios de la formación en las carreras universitarias desde el lugar docente. Un docente que como expresan Gallardo & Reyes (2010) es “el rostro visible” (p.79) de la universidad y por ello tiene en sus manos el potencial de abrir las puertas del mundo universitario al estudiante. El inicio es para el estudiante el encuentro con lo novedoso y por ello un tiempo de nacimiento al decir de Arendt (1996), un tiempo de comprensión de nuevas lógicas institucionales, culturales, disciplinares y profesionales. Es además un tiempo de re-nacimiento para el docente. Recibir y reconocer al nuevo estudiante, hospedarlo para contribuir a su permanencia y pertenencia son parte de lo que involucra la práctica docente en este tiempo curricular. La enseñanza en los inicios, de esta manera, es comprendida como el encuentro subjetivo entre docentes y estudiantes convocados por el estudio, así como la construcción de presencia y la cualidad de hospitalidad. Enseñar en los inicios implica encuentros, presencia y hospitalidad. La presencia, el encuentro de subjetividades, de saberes, de construcción de lo común y de hospitalidad conforman el aula universitaria de los inicios; independientemente del espacio o el territorio en que se da la formación (físico, virtual). Desde un abordaje cualitativo y con enfoque cuasietnográfico fue posible comprender e identificar en las observaciones de aulas y entrevistas con docentes de la Facultad de Medicina y Psicología de la Udelar estas tres dimensiones. Se devela una enseñanza universitaria construyendo formas de lo escolar en los inicios, con mirada en la presencia de sujetos y saberes.