El movimiento estudiantil en general y el universitario en particular ha sufrido transformaciones en su modelo de organización y relaciones de fuerza como reflejo de los diversos momentos políticos, sociales y económicos que se vivieron a nivel nacional. En este periodo de tiempo, la crisis del 2001 fue uno de los primeros parteaguas que impactó directamente en el mapa de fuerzas políticas dentro de la universidad dando como resultado el ascenso de fuerzas políticas de izquierda partidarias e independientes y rompiendo con la hegemonía radical, así como también excluyendo al peronismo de la política universitaria. La pérdida de la hegemonía radical implicó también cambios en las formas y prácticas de organización y elección estudiantil.
A partir del 2003 el escenario cambia con la llegada del gobierno de Néstor Kirchner y, posteriormente, de Cristina Fernández de Kirchner. Las rupturas con las políticas de los 90’ fueron muy marcadas. En las elecciones legislativas de 2005, Néstor Kirchner recibe un gran apoyo que se interpreta como una cierta recuperación de la legitimidad del sistema político – institucional. Ya desde 2004 venía aflorando este nuevo reordenamiento de las fuerzas universitarias: el peronismo crecía con la ayuda de nuevas organizaciones, superando las posiciones en las que se encontraba luego de la crisis del 2001.Algo similar sucede con la Franja. Por su parte, la izquierda partidaria consolida su posición. Sería la izquierda independiente quien más sufriría esta nueva coyuntura.
En 2008, el denominado conflicto del campo, empujaría a las diferentes fuerzas universitarias a posicionarse frente a este escenario generando tensiones entre los diversos puntos de vista que emergieron: el oficialismo, el campo y una tercera posición.
Fue la muerte de Néstor Kirchner el 27 de octubre de 2010 la que dio origen a un nuevo sector denominado como “juventud kirchnerista” nucleada principalmente en La Cámpora, esta juventud ganó presencia rápidamente en las universidades argentinas. También emergen aquellas agrupaciones de izquierda que pasan a identificarse como kirchneristas críticos. Estos últimos serían lo más tensionados por la necesidad de tomar una postura en el balotaje del 2015. El 2018 fue un año de diversas medidas de fuerza con facultades tomadas y finalmente el Rectorado en La Plata.
Finalmente, con la llega del gobierno de Fernández y la pandemia de Covid – 19, el movimiento estudiantil se ausentaría físicamente pero no sus reclamos, sin embargo, estos años serían duros para la continuidad de muchas fuerzas políticas que se disolverían.