El presente trabajo se originó en el marco de las asignatura “Técnica de la Danza Moderna”- Cátedra Álvarez / Universidad Nacional de las Artes, con la mirada puesta en identificar y dar solución a problemáticas inherentes a la enseñanza de la Danza Moderna y Contemporánea en los niveles iniciales de las carreras de Artes del Movimiento, y su vinculación con los aportes provenientes del acompañamiento musical en las clases.
Tradicionalmente las prácticas pedagógicas de los diferentes lenguajes de danza se realizaban a través de la imitación, y con el acento en destrezas específicas de sus practicantes. En este proyecto se promueve el dominio del vocabulario específico a través del fortalecimiento de las individualidades, buscando alternativas de enseñanza y experiencias educativas que ayuden a democratizar este campo disciplinar; se pone énfasis en que las y los estudiantes internalicen conocimientos que luego puedan utilizar en varias y diversas circunstancias, como base de un aprendizaje durable, constante y amplio.
La música ejecutada en tiempo real organiza, motiva e impulsa la realización de las ejercitaciones propuestas; el acompañamiento que se crea in situ para el desarrollo de los contenidos, dada su interacción y vínculo con lo kinético, facilita la resolución de aspectos técnicos y expresivos del movimiento. En analogía con el plano musical se establecen pautas, recursos y procedimientos colaborativos en ambos campos artísticos. De este modo se reflexiona críticamente acerca del campo de la enseñanza de este lenguaje y el desarrollo de estrategias para el mejoramiento de su pedagogía, caracterizada por la presencia de la dupla docente de danza - acompañante musical.
A través del reconocimiento de elementos propios del lenguaje musical tales como los aspectos métricos, rítmicos y los relativos al fraseo, se propone el desarrollo de ideas de movimiento en trabajos individuales y/o colectivos, mediante la reelaboración, improvisación y creación instantánea, estableciendo momentos de debate para contrastar las distintas percepciones y logros.
El desarrollo de este lenguaje dancístico requiere amplio dominio de reacción frente a las fuerzas de la gravedad y la inercia; para la calibración de la dinámica propia y diferenciada de cada patrón de movimiento propuesto se analizan los aspectos temporales involucrados y se establecen relaciones con el campo musical que permiten detectar similitudes y diferencias. A partir de ahí se aplican acompañamientos musicales específicos que favorecen la calidad de ejecución y los contrastes dinámicos.
Al identificar lo que hace posible un fenómeno dancístico, tanto si nos movemos como si observamos a quien se mueve, y modular la paleta de dinámicas que se tejen en relación al tiempo y al espacio, los gestos cobran sentido y se promueve la autonomía expresiva.