Los inicios del Trabajo Social en la Universidad Nacional de La Plata se remontan al año 1938 en que se dio inicio a la carrera de Visitadoras de Higiene Social dependiente de la Cátedra de Higiene Médica y Preventiva de la Facultad de ciencias Médicas (Scelsio, 2018) .
Hasta el año 1963 la carrera mantuvo como estudiantes exclusivamente a mujeres hasta que por una de sus reformas curriculares y como parte de la modernización del área de Asistencia Social amplió la inscripción a varones aunque mantiene hasta la actualidad un carácter feminizado (Gavrila, 2019). Esta no fue la única modificación sustancial de la carrera, conforme a las transformaciones internacionales, sobre todo a nivel Latinoamericano, el Trabajo Social como profesión experimenta un cambio cualitativo en cuanto a sus orientaciones teóricas y metodológicas mayormente influenciada por la modernización de las ciencias sociales y los debates sobre teorías de la dependencia y el desarrollismo (Alayón, 1980). De acuerdo al nuevo escenario, en 1974 se elabora un nuevo plan de estudios de 5 años de formación para la obtención del título de Licenciado en Servicio Social, paralelamente se crea la Escuela Superior de Servicio Social y Salud Pública. Este proyecto se paraliza durante el proceso militar y recién en el año de 1984, cuando se inicia el período de normalización de la Universidad, se retoman los objetivos de creación de una carrera autónoma, concretada, por resolución 232 de la Presidencia de la UNLP, fechada el 15 de mayo de 1987.
Hubo que esperar hasta el año 1989 para que el Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata aprobará un nuevo plan de estudios para la Licenciatura en Trabajo Social (reformado posteriormente en el año 2015) en el marco de un crecimiento y consolidación de la carrera de Trabajo Social a nivel nacional y latinoamericano, cuya primera cohorte tuvo lugar en un edificio autónomo ubicado en 7 y 42 de la Ciudad de La Plata.
En función de esta vasta historia, nos interesa realizar un trabajo inédito e inicial por la recuperación de las memorias del proceso para la consolidación del proyecto profesional, por ello aquí presentaremos un análisis de cómo éste fue atravesado por los distintos actores/as institucionales y las tensiones suscitadas hasta alcanzar la autonomía disciplinar, como marcas del origen de la actual Facultad de Trabajo Social.