Repensar las escuelas del país 2005 y 2006 representó una experiencia inédita con alcance y articulaciones poco transitadas por el marco y los objetivos que se propuso.
El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación convocó a todos los/as estudiantes del país a través de las veintisiete escuelas y facultades de arquitectura a desarrollar simultáneamente proyectos destinados a la educación.
El proceso se desarrolló entre 2004 y 2007 y partió de la concepción de las bases; culminó con la publicación impresa en dos volúmenes. Todas las instancias contaron con la participación de organismos del Estado, universidades, organizaciones profesionales e individuos de diferentes campos del conocimiento, con el objetivo de repensar la articulación entre educación y arquitectura bajo la premisa educación para la educación.
Cada aspecto de la convocatoria desde su origen evitó los formatos habituales tanto del ámbito académico como del campo profesional. Se seleccionaron diferentes programas y localizaciones y se invitó a las unidades académicas a trabajar en localizaciones diferentes a las suyas para ampliar su marco de acción y dar ecuanimidad en la evaluación de los proyectos. En cuanto a la premiación (en tres rangos) se optó por un continuum del proceso de aprendizaje, los ganadores del primer premio fueron convocados para integrar durante una semana un taller coordinado por destacados arquitectos. Esta instancia permitió el intercambio y la recepción de nuevas apreciaciones sobre sus trabajos. Los segundos y terceros premios recibieron libros y suscripciones a revistas especializadas.
La ceremonia de entrega de premios se realizó en el marco de la exposición de los trabajos preseleccionados por cada unidad académica en un espacio del Ministerio de Educación de la Nación.
Ambas convocatorias se plasmaron en libros, realizados en la imprenta del Ministerio, sintetizando una acción que, con los recursos del Estado nacional, enlazó múltiples actores de diferentes localizaciones, franjas etarias, roles y trayectorias. Los libros fueron distribuidos en todas las facultades de arquitectura y en todos los organismos de gestión y proyecto de obras destinadas a la educación. A veinte años del inicio de esta acción continúan siendo material de consulta de estudiantes, docentes y profesionales.
Por todo ello, tiene el valor de haber sido una experiencia colectiva, posible gracias a la presencia del Estado como catalizador de una red que a través de la educación expresa la noción de pertenencia al país.